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«Vuelve, no me dejes»

Mi piel cansada de pedir a gritos en silencio un pequeño roce de tus dedos…

Mi alma sólo anhela un «te amo» pronunciado por tus labios, susurrado a mi oido antes de dormir….

Mis labios sedientos de ti, secos de besar labios que sólo saben a soledad…

Mis manos cansadas de dar caricias vacías que al final del día dejan cuerpos vacíos…

Mi corazón roto de latir sin sentido desde que decidiste irte sin siquiera voltear a verme por debajo del hombro, mientras yo lloraba y mi alma se quebraba….

Mil preguntas sin respuestas, y mil respuestas que soy incapaz de aceptar, porque sí las aceptara sería el rendirme ante el conformismo de tu perdida…

Aunque mi alma pide a gritos que vuelvas, mis labios son incapaces de pedirlo, de decirlo, de externar la más mínima demostración de debilidad a ti…

«Vuelve, no me dejes» tan fácil de escribir y tan difícil de decir…

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Día 13 de 44

25 de Febrero del 2021

Te quiero…

Recuerdo la primera vez que te lo dije y que tú me correspondiste, sentí una descarga eléctrica por todo mi cuerpo, estaba súper nerviosa, pero al mismo tiempo sentí tan natural que mis labios lo dijeran, era como si siempre hubieran dicho quererte desde antes de conocerte.

Ahora estoy aquí encerrada sin saber absolutamente nada de ti, sin saber de ti, sin saber si podré leerte de nuevo estas palabras o si volverá a escuchar de tu boca un te quiero. Me aferro a que ese sentimiento haya sido real y cuando salga al menos podamos seguir en contacto, prefiero ser tu amiga a no ser nada, aunque sea doloroso y claramente no lo que quiero de ti. Te extraño mucho, te quiero, te todo, te Pablo…

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¿Cuántas veces?

¿Cuántas veces será necesario pasar por esto para poder entender que el camino por el que he andado no es el correcto? ¿Cuántas veces serán necesarias sentirme como me siento para entender que no eras el indicado? ¿Cuántas veces deberé pasar por lo mismo para entender que esa no es la respuesta?

Preguntas que claramente aún no les he encontrado respuesta, siempre he creído que si quieres un resultado diferente tienes que hacer las cosas diferentes, y juro que lo he intentado, pero al final el común denominador acaba en TI, y creo que ese es el problema, siempre busco algo o alguien lo más cercano a ti, porque ¿Cómo no lo haría? Sí contigo tengo de los mejores recuerdos que tengo… también los peores, de esos que te marcan la vida y duelen para siempre…

Pero debo comenzar por dejarte ir, romper eso que aún me une a ti, tú ya seguiste tu vida, y ni siquiera sé si aún me piensas o sí aún me recuerdas (dudo que me hayas olvidado) pero, claramente, tú si has seguido adelante, y yo sigo estancada en algo que fue y ya no será nunca más… por favor, dile a tu fantasma que se vaya, por favor dile que no moleste más, dile que ya no quiero nada, porque duele, y duele más que mil agujas en el cuerpo…

Photo by Thiago Matos on Pexels.com

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Síndrome de calcetines en Navidad

Es 24 de Diciembre, tienes al rededor de 10 años aproximadamente, es la cena de Noche Buena, se realiza el intercambio de regalos, y llega a ti un obsequio que se ve bastante prometedor, linda envoltura, buen tamaño, todo pinta un buen obsequio, llega a tus manos, lo pesas un poco y se siente un tanto ligero, pero aún así podría ser cualquiera de las cosas que habías pedido en tu lista de regalos, te piden que tengas calma, tú no te puedes contener la ganas de abrirlo, rasgas con rapidez el papel, encuentras una caja enfrente de ti, la sacudes y sigues sin imaginar que hay dentro, la abres con gran velocidad, y ¡oh sorpresa! encuentras un par de calcetines y una bufanda, sólo te queda sonreír con la sonrisa número 3 de tus sonrisas ya ensayadas de falsa gratitud, y no te queda más que decir gracias.

Ahora, analicemos lo que acaba de suceder, acabas de recibir un obsequio bastante funcional, algo que realmente vas a utilizar, algo que en verdad te va a servir, algo que en verdad necesitas, pero no es lo que quieres, tú quizá querías una Barbie, un carrito de carreras, o una pelota, no lo sé, algo que no necesitas, pero que quieres, pues a veces así somos en nuestras relaciones, así que por favor los invito a que no hagan a nadie sus calcetines, no finjan gratitud porque sean algo que les sirve y no algo que quieren, porque eso duele más.

Photo by Arthur Brognoli on Pexels.com
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Día 10 de 44

22 de febrero del 2021

Ayer cumplíamos 4 meses ser nosotros, había dejado de ser yo sola contra el mundo y había decidido aceptar tener a mi cómplice, pero creo que vio muy difícil esta misión y prefirió abortar la misión, o no lo sé, aún no sé qué pase, y eso me está volviendo loca… sólo sé que te extraño muchísimo.

Me gustaría hablar contigo, saber cómo estás, abrazarte, fingir que no pasó nada y todo es como en un principio, con esas llamadas interminables por la madrugada, sin sentir el miedo de que quizá ya no haya una más, reír hasta que me doliera el estomago y sonreír hasta que me doliera la cara, pensar que el limite de la felicidad a tu lado era el cielo, y aún así, llegaría a él a tu lado, he de confesar que de primera instancia no pensé que te querría tanto, pero me había agrado aceptar que me ganaste muy cañón…

Ahora ni siquiera sé sí al salir aún respondas mis mensajes o llamadas, es más, ni siquiera sé sí escuche tu voz una vez más, esa voz que he soñado estos últimos días aquí, con la esperanza que dice que me quiere, que todo está bien y que siempre estará a mi lado, pero vamos, sólo es un sueño… me gustaría que no hubiera pasado nada y estar bien, no haberme descompuesto, no haber descompuesto lo nuestro, no haber arruinado todos los acuerdos que teníamos, todos los planes que existían entre nosotros… que te enamores de mi como yo lo estoy de ti. Te guardo en mi corazón, Bonis…

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Día 9 de 44

21 de Febrero del 2021

Decir que no dueles hoy que otros días sería una total mentira
Te extraño, con lo que conlleva cada una de esas palabras
me dueles, como él primer día que te fuiste de mi lado hace años
me haces falta para sentirme mejor, como diario lo he dicho….
aunque tú seas lo que me tiene tan mal

Quisiera gritarte en la cata, pero tu simple recuerdo me paraliza
me siento como un soldado que fue a la guerra
y ahora que escucho cualquier ruido similar a una bomba,
sólo quiero tirarme al suelo y no moverme nunca más…

Esta guerra continua contigo me dejó mas estragos
que cualquier otra cosas en al vida
porque mi pequeño Lobo, no sólo me dueles en el corazón
o en el alma
me dueles la vida…

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¿A dónde va todo lo nuestro?

¿A dónde se van las promesas?
¿A dónde van los te quiero?
¿A dónde se van los sueños?
¿Las metas?
¿Las noches juntos sin dormir?

Las lagrimas sí lo sé, porque no dejan de correr por mis ojos
el dolor, también lo sé porque mi pecho lo siente todo el tiempo
el vacío, lo siente mi estomago todo el tiempo sin importar que coma
las ganas de vivir, eso no lo sé, porque no las siento en este momento

Me gustaría tener respuesta a todo lo anterior
me gustaría saber a dónde se fue todo lo que teníamos
porque me gustaría estar ahí
en ese mundo que creamos aunque sólo sea ya una mentira

Photo by Mario Cuadros on Pexels.com